HOZ II, ‘angostura de un valle profundo’, del lat. vg. FĶX, FĶCIS, en latín clásico FAUX, FAUCIS, ‘garganta humana’, ‘desfiladero’.
1.ª doc.: foç, doc. de 1011.
DERIV.
Hocino ‘angostura’ [Covarr.]4; gall. fociños5 y afociñarse ‘caer’; ahocinarse [«a. el río: in fauces coartari», Nebr.; DHist.]. Cultismo: faucal.
1 Por ej. La Fou de Bor, caverna en el término de este pueblo de Cerdaña; La Fou nombre de desfiladeros del Priorato. En otras partes La Feu, Les Feus. Foç como nombre de desfiladeros se halla en el Maestrazgo (en Benassal y en Vilafranca, según G. Girona): será aragonesismo, pues la forma mozárabe es La Fotx, nombre de una caverna en el término de García, y de una angostura en Tivissa (Ribera catalana del Ebro).― ↩
2 A veces ‘garganta, desfiladero’, p. ej. en Foz, nombre propio de una casa de la freguesia de BaiƟo (Minho), Leite de V., Opúsc. II, 27. Otras veces ‘bocas de un río’, A Foz do Douro (ac. que le es común con el it. foce y el cat. ant. fou) ya en las Ctgas.: «a nav’... aportou na foz / de Roma» 5.145, «non poderon sayr / pela foz daquele rio» 271.22.― ↩
3 «Entre os salgueiros sombrizos no fondo do val á fouce do río» Castelao 156.22, me parece que significa ‘la curva, el semicírculo del río’, comparación con la curva de una hoz de segar. En todo caso, nada de esto figura en los diccs. gallegos ni portugueses, que sólo registran foz para ‘boca (o angostura) de río’.― ↩
4 Se halla en la toponimia: El Hocinillo, El Hocino’l Moro, en Cespedosa (RFE XV, 265). Focino en el catalán fronterizo de La Ginebrosa (Teruel).― ↩
5 ‘Hocico’ (Sarm. CaG. 108r), caer de fociños ‘caer de bruces’ (V. el ejemplo de una copla popular en Pensado, CaG., p. 173); en cuanto a fouzas ‘carrillos’ (v. g. encher las fouzas, Sarm. ibid.), quizá resulte de un postverbal foizas de focଖar ‘hociquear, hozar’. Hay además un compuesto larafouzas, como llaman a uno que come mucho (108v) que quizá es debido a un cruce con un antiguo nombre del cerdo o lechón, larengo (ibid. 90v) o lareiro: éste aparece en Sarm. (o. c. 109v) como sinónimo de lampartín, laverco, laranxo, manteigueiro, nombres despectivos de hombres toscos, grandes, mal hechos (¿quizá, ambos, nombres prerromanos del cerdo?); o perteneciente a la familia expresiva de LELO, cat. lero, cast. lirón, o bien, y será lo más probable, derivados de lar en el sentido de ‘cerdo doméstico’, por oposición al jabalí. Larafouzas puede ser haplología de lareirafouzas < lareiro de fouzas. De ahí, además, por cruce con páparo, gall. láparo ‘rústico’, que Sarm. (CaG. 187r) etiquetó en 1755 como voz nueva. ↩